dijous, 28 de juliol del 2011

RICARDO VICO CUESTA. DE LA NADA A SER UN FINISHER IRONMAN

Todo empezó hace cuatro años, cuando un día saludando a Luis Hervás, me comento que se había inscrito en el club de Triatló de Guadassuar, sorprendido le pregunte de que distancias se trataba eso del triatlón, contestándome que eran 750 metros de natación, 20 kilómetros en bicicleta y 5 kilómetros de carrera a pie.

Me pico el gusanillo ya que por aquellos entonces, conseguía nadar sin descansar en piscina 500 metros, por lo que solo me faltaba conseguir nadar 250 metros más, me compraría una bicicleta, ya que nunca había tenido bicicleta de carretera, y respecto a la carrera a pie había corrido alguna que otra “Volta a Peu” por lo que decidí ponerme en contacto con el gran Mario Bou, y me inscribí en el Club.

Compre una bicicleta de segundamano, me di una vuelta de 12 km. por los alrededores de Guadassuar, y cuando llegue a casa me pregunte, ¿si solo he hecho 12 km, y ya no puedo casi andar, como voy a hacer 20 km y después voy a correr a pie 5 km? Uuufff, el reto era importante.

La inversión ya estaba hecha, no podía volverme atrás, por lo que preguntando a unos y a otros empecé a entrenar, durante el invierno. Primero participe en el duatlon de Benifaio, madre mía, se me hizo eterno.

Ya en la temporada de los triatlones decidí debutar en Cullera, y cuando dieron la salida de la natación (con traje de neopreno), empecé a nadar y a los 200 metros, ya no podía mas y empecé a nadar de braza, de espaldas, otra vez de crol, ¡y aun no había llegado a la primera boya!, pero no podía abandonar, tenía que por amor propio nadar los 750 metros, y así fue, conseguí llegar a la orilla, recogí la bicicleta y después me puse a correr a pie, y una vez finalice me dije “este deporte me ha enganchado”.

Continúe entrenando y disputando pruebas durante ese verano, en distancia sprint. Pronto empezó a rondarme por la cabeza el subir un escalón mas y porque no, inscribirme en un triatlón de distancia Olímpica ( 1500 m. de natación, 40 km. en bicicleta y 10 km. de carrera a pie), debutando en esa distancia ese mismo año en el triatlón de Oliva, uno de los mas duros y bonitos que tenemos en la Comunidad Valenciana, se sufrió pero también lo finalice.

El segundo año (2009) competí en varios triatlones y me propuse competir en todas las pruebas de la Copa Federación, acabando en 5ª posición en la categoría de Veteranos 1.

El tercer año (2010) como objetivo me marque el realizar una prueba de larga distancia “MEDIO IRONMAN”, quien me lo iba a decir a mi, todo parecía un sueño, si hacer un triatlón sprint ya fue algo que nunca pensé que seria capaz de hacer, ya me plateaba MEDIO IRONMAN.

Lo hice en Elche año 2010, la prueba se disputaba a finales de abril y tras un entrenamiento duro, la misma semana de la prueba (miércoles) me puse enfermo, teniéndome incluso que pincharme el viernes para poder ir ese domingo a Elche. Lo pase muy mal, ya que tras la medicación que me inyectaron perdí toda la chispa que tenía de los entrenamientos, pero bueno, lo hice y lo acabe en 5 horas y 50 minutos, sufriendo mucho, mucho, mucho, rompiendo a llorar en la meta de rabia, ya que no entendía por que después de tanto entrenamiento tuve que caer enfermo la misma semana de la prueba.

El cuarto año (2011) y tras haber superado el medio Ironman con tanto sufrimiento, decidí inscribirme a la prueba reina de los triatlones, LA DISTANCIA IRONMAN, 3,8 km de natación, 180 km de bicicleta y 42 km de carrera a pie. La prueba que a todo triatleta le ronda por la cabeza el poder realizar, unos lo consiguen, otros se quedan en el intento y otros ni si quiera lo intentan, por que las distancias asustan e imponen mucho respeto.

Yo estaba dispuesto a intentarlo, para ello me inscribí junto con Mario Bou y Dani Fuertes, compañeros del Club en el IRONMAN DE ROTH, por ser el que mas índice de participación tiene en toda Europa (4500 triatletas), y donde toda una comarca sale a la calle para dar apoyo y ánimos a los triatletas.

El 13 de diciembre de 2010 con toda la ilusión del mundo empiezo la preparación de 30 semanas hasta el día de la prueba (11 de julio de 2011), las primeras semanas son suaves pero cuando llevo 5 semanas me diagnostican una fastitis plantar en los dos pies, por lo que cambio de plantillas, visito podólogos, masajistas, recorro kilómetros y kilómetros para que alguien me solucione el problema, pero el problema sigue, estoy un mes sin realizar los entrenamientos de carrera a pie, consigo disminuir el dolor de la fastitis, pero esta me acompañará hasta el final del entrenamiento.

Me hago masajes yo mismo en los pies, cojo una pelota de tenis y aprieto las plantas de los pies contra la pelota y el suelo, veo las estrellas pero no puedo hacer otra cosa que aguantar el dolor, hay que seguir entrenando, hay que sufrir, ser Finisher Ironman no se consigue sin sufrimiento.

El 14 de mayo me desplazo hasta la localidad de Buitrago de Lozoya (Madrid), donde realizo medio Ironman, ya que formaba parte de la preparación, todo empezó bien, hasta la segunda vuelta de bicicleta cuando de repente el cielo se puso negro y empezó a caer pedrisco, la gente se bajaba de la bicicleta por hipotermias, hasta un total de 120 triatletas abandona, se metían dentro de las casas de la sierra madrileña y esperaban a que los recogiesen, yo nuevamente me planteaba que tenia que sufrir, ya que como ya he dicho con anterioridad en el Ironman también sufriría y había que entrenar también el sufrimiento, por lo que decidí continuar y acabar la segunda vuelta de bici y la media marathon sin que parara de llover.

Por fin llego la semana del IRONMAN, nos fuimos a Roth, una comarca espectacular, bosques, canales de agua, lagos, increíblemente bonitos.


Llega el domingo día 10, nos levantamos a las 03:15 horas, habíamos quedado a las 04:15 horas ya desayunados en el aparcamiento del Hotel; fuimos a la salida de la natación, nosotros empezábamos a las 07:20 horas, los nervios ya se notaban entre nosotros, y cuando dieron la salida, nos pusimos a nadar, yo me
lo tome con calma, nunca había nadado 3,8 km, nunca había recorrido 180 km en bicicleta y nunca había corrido a pie 42 km, y ese día tenia que hacerlo todo, había que tomárselo con calma.

Salí del agua algo cansado, cogi la bicicleta y me dispuse a recorrer los 180 km. los comentarios que nos habían llegado del recorrido era que se trataba de un perfil bastante plano ( va a ser que no ), los españoles que nos juntábamos en la bicicleta comentábamos ¿no decían que era plano?, habían una rampas impresionantes, y lo mío precisamente no es subir, por lo que la primera vuelta de 90 km, la hice en 3 horas y la segunda en 3 h. 28 min,. Ya que empezó a soplar aire en contra, y para los que no estamos fuertes en bicicleta el cansancio empezó a notarse.

Me baje de la bicicleta después de 6 horas 28 minutos, uufff, menos mal que los paisajes por donde discurría la prueba eran muy bonitos y se hacia mas llevaderos los kilómetros.

Y llego la hora de la carrera a pie, lo que mejor se me da, donde tenia puestas esperanzas de hacer una buena carrera a pie, pero a los 500 metros, noto como en la parte superior del gemelo derecho, intersección con la parte trasera de la rodilla, tengo una especie de bocado que se suele decir y no me permite realizar el
vuelo de la zancada, por lo que todas las esperanzas de hacer una buena carrera se van al traste.

Conforme puedo, empiezo a correr pero casi arrastrando los pies, así durante 42 km, el dolor se hace cada vez mas intenso en la zona, en el km 19 veo a un triatleta totalmente tumbado boca arriba al que no se le observaba aparentemente respiración, decido ir a auxiliarlo, ya que nadie paraba, pero vi a un alemán en bicicleta de montaña que pasaba por allí y le hice indicaciones de que socorriera a la persona que esta tumbada y así poder continuar yo con mi calvario.

Cuando corría por el km 26 se origina una tormenta con relámpagos, truenos y agua a chorros (menos mal que eso lo tenia entrenado de cuando fui a Madrid, jajajaja), ya daba igual todo, el sufrimiento también estaba entrenado por lo que empiezo a decirme a mi mismo que hay que llegar a meta, que es el final de una carrera que empezó el 13 de diciembre del 2010 y hay que acabarla.

Después de los 42 km ahí estaba la meta, ahí estaba lo que durante tanto tiempo había estado preparando, ahí estaba algo que ni en sueños yo pensé que alguna vez podría hacer, convertirme en un FISNISHER IRONMAN, y sin embargo estaba a punto de cruzar el arco de llegada, la gente animaba sin parar y eso que no paraba de llover, estaba lleno de familiares de triatletas esperando ver como llegaba el ser querido que quería convertirse en IRONMAN, yo estaba nervioso, de repente cuando me faltaban 300 metros apareció mi mujer, Nieves, me cogió de la mano y tirando de mi me acompañó hasta la meta, dándome ánimos, diciéndome que estaba a punto de conseguir ese sueño, esa proeza que suponía para mi, empecé llorar de alegría y de sufrimiento, a mandar besos con la mano a todos los que allí estaban, una explosión de felicidad estallaba dentro de mi, iba a conseguirlo, lo conseguí FINISHER IRONMAN, (13h 11m 58 seg este tiempo lo llevo tatuado en mi pierna, para siempre recordarlo) de 45 años y viniendo de la nada. (Incluso en estos momentos después de haber pasado dos semanas al escribir este relato me estoy emocionando).

QUE BONITO E IMPRESIONANTE ES, 
CUANDO LO IMPOSIBLE SE CONVIERTE EN SUEÑO, 
Y EL SUEÑO SE CONVIERTE EN REALIDAD.

TODO ESFUERZO TIENE SU RECOMPENSA

Ricardo

1 comentari:

  1. Com dia Calderón de la Barca: "La vida es sueño"

    Tenim que somiar per a poder viure, per a poder fer coses noves.

    "No digues impossible, digues no ho he fet".

    Enhorabona Ricardo, tu saps el què t'ha costat aconseguir-ho, però ja ho tens, eres un Finisher.

    "El poder del pensament és increïble i si aconseguim dominar-lo no existeixen límits per al que vulguem aconseguir".

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Club triatló guadassuar
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GUADASSUAR - VALÈNCIA